La familia real y la aristocracia de la dinastía Han creían que el jade,aparte de servir como elemento decorativo, símbolo de la categoría social, podía proteger los cadáveres de la descomposición. Por ello confeccionaban sudarios uniendo placas de jade mediante hilos de oro, plata o bronce.
En 1968, fueron hallados en Mancheng, provincia de Hebei, dos sudarios de jade y oro pertenecientes al príncipe de la dinastía Han del Oeste Liu Sheng y su señora, Dou Wan. Éstos permiten conocer en la actualidad la forma y disposición de los sudarios.
Adaptados a la estructura fisica de su portador, los sudarios se dividen en cinco cuerpos: gorros, chaqueta,pantalones,guantes y zapatos, cuyas placas, de diversos tamaños y formas, se diseñan conforme a las partes del cuerpo humano. El sudario de Liu Sheng, de mayor tamaño, mide 1,88 metros de largo y está compuesto por 2,498 placas, unidas con cerca de 1,100 gramos de hilo de oro. La de su esposa, por su parte, mide 1,72 metros de largo y está integrada por 2,160 placas de jade engarzadas por 700 gramos de hilo de oro. Los dos atuendos manifiestan el alto nivel alcanzado por los artesanos de la dinastía Han, más de 2,000 años atrás.
Obviamente, la capacidad de mantener incorruptos los cadáveres del jade es inexistente. La utilización de sudarios de jade fur prohibida en la época de los Tres Reinos.